En la mañana de hoy dará comienzo el juicio oral contra una investigadora de la Policía de la Provincia, quien actuó en varios y resonados casos policiales, hasta el día que prestó testimonio en el juicio seguido contra el expolicía Federico Condorí, acusado y condenado por el homicidio de Cintia Fernández.
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En la mañana de hoy dará comienzo el juicio oral contra una investigadora de la Policía de la Provincia, quien actuó en varios y resonados casos policiales, hasta el día que prestó testimonio en el juicio seguido contra el expolicía Federico Condorí, acusado y condenado por el homicidio de Cintia Fernández.
En aquella audiencia la declaración de la mujer policía fue considerada como falso testimonio y horas después Gimena Antonia Núñez, la investigadora, fue imputada como autora de los delitos de falso testimonio y encubrimiento agravado en concurso real.
Fue inmediatamente imputada tras su declaración como testigo de aquel sonado juicio que terminó con la condena del expolicía Federico Condorí.
En esta primera jornada el procurador general de la Provincia, Pedro García Castiella, se encuentra citado como testigo, entre otros.
El fiscal penal 2, Ramiro Ramos Ossorio, representará al Ministerio Público Fiscal ante la Sala IV del Tribunal de Juicio del distrito Centro, en la audiencia de debate contra Gimena Antonia Núñez como autora de los delitos de falso testimonio y encubrimiento agravado en concurso real .
La audiencia será ante un tribunal colegiado integrado por los jueces María Cecilia Flores Toranzos, Gabriela Romero Nayar y Marcelo Rubio, y está previsto que comience hoy y se extienda hasta el próximo 8 de mayo.
Castiella prestará declaración de manera presencial, no haciendo uso de la posibilidad de hacerlo por escrito. En aquel entonces García Castiella fue el abogado querellante de la madre de Cintia Vanesa Fernández.
Núñez fue citada el 15 de mayo de 2019 como testigo a la audiencia de debate por el homicidio de Cintia Vanesa Fernández, ya que el día del hallazgo (mayo de 2011) se desempeñaba como jefa de uno de los grupos investigativos que conformaban la Unidad de Seguridad Personal en la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Provincia, con competencia en la investigación de homicidios.
En función de su declaración bajo juramento de ley habría quedado demostrado que existió un claro direccionamiento de la investigación del homicidio de la joven. Esto se demostró -según la acusación- a través de las omisiones en el informe de la imputada, la falta de cumplimiento de diligencias investigativas básicas, las anotaciones con la intención de vincular a otra persona en el hecho, desprestigiar a la víctima y a su madre, como así también de tratar de desdibujar la responsabilidad de Mario Federico Condorí.
En el extenso requerimiento, el fiscal Ramos Ossorio citó diversos testimonios vertidos durante la audiencia de debate por la madre de la víctima, policías y otras personas, donde se evidenció que la oficial de la Policía de la Provincia afectó directamente la administración de justicia al impedir y perturbar tanto la individualización del verdadero responsable del homicidio como la reunión de elementos de convicción tendientes a reconstruir el hecho delictivo. Su accionar, tanto comisivo como omisivo, se dirigió a facilitar la impunidad de Mario Federico Condorí, a quien conocía y con quien había trabajado en forma previa, dice el fiscal.
Habrían plantado un ADN
Algo que llamó la atención de la ciudadanía fue conocer que se le endilga a Núñez la decisión de involucrar a un ciudadano como sospechoso. Este hombre fue detenido y sufrió la alteración deliberada del calzado que lucía, al que le fue añadido intencionalmente contenido orgánico compatible con ADN de la víctima, encontrándose dicho secuestro bajo la custodia de la oficial Núñez. Queda claro que esta alteración de pruebas es un hecho grave que entorpece a la justicia.